143. Valeriano Lopez
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El habilidoso delantero centro peruano Valeriano López es uno de un grupo muy pequeño de jugadores en la historia de fútbol sudamericano recorrer toda una carrera de primer nivel con una tasa de goles de más de uno por partido. A pesar de una prolífica carrera de 14 años a nivel de clubes, sus oportunidades a nivel internacional fueron sorprendentemente limitadas, pero se le recuerda como uno de los mejores jugadores de su país.
Valeriano López Mendiola nació en Casma el 4 de mayo de 1926, donde creció como uno de los ocho hijos de una familia muy pobre. De adolescente vivió en Huacho, donde comenzó su carrera juvenil con el club local Firestone. En 1945, jugó para Firestone en un partido amistoso contra el Sport Boys de primera división, impresionando enormemente al presidente del club Sport Boys al marcar cinco goles. López se incorporó rápidamente y debutó en la máxima categoría a principios de la temporada de 1946.
El impacto de Valeriano López fue inmediato. Sport Boys había terminado en la parte inferior de la liga en 1945, pero se salvaron del descenso y en 1946 mejoraron al tercer lugar. López anotó 22 goles en esa primera temporada, terminando como máximo goleador de la liga. Un delantero centro fuerte y poderoso, rápidamente se ganó la reputación de ser uno de los mejores cabeceadores del juego. López fue bendecido con una excelente capacidad de salto y una acción de cabeza increíblemente poderosa que a menudo dejaba indefensos a los porteros. Los observadores en ese momento comentaron que sus cabezazos eran tan poderosos que era como si estuviera pateando la pelota con la cabeza.
Valeriano López volvió a ser el máximo anotador de la liga en 1947, lo que llevó a Sport Boys a otro tercer puesto y se vio convocado a la selección peruana para el Campeonato Sudamericano a fines de ese año. En el torneo de Ecuador, López anotó dos veces en las derrotas ante Chile y Argentina, pero fue expulsado en el último partido y, posteriormente, a menudo se vio reducido al papel de suplente. Finalmente, Perú terminó en quinto lugar en lo que resultaría ser la última aparición de López en el campeonato en una década.
En la temporada de 1948, Valeriano López acabó como máximo goleador de la liga peruana por tercera temporada consecutiva, habiendo acumulado un total de 62 goles en sus 54 partidos con Sport Boys. Todavía con solo 22 años, era la propiedad más popular en el juego peruano, pero su carrera dio un giro inesperado cuando se vio en problemas con la federación nacional por violar las reglas del equipo antes del Campeonato Sudamericano en 1949. Valeriano López fue expulsado de el equipo y golpeó con una sanción indefinida, lo que significa que no solo no pudo jugar para el equipo nacional sino que tampoco fue elegible para Sport Boys.
Se mudó a Colombia, que en ese momento no estaba afiliada a la FIFA y se había convertido en el hogar de muchos de los mejores jugadores de América del Sur con contratos de dinero más grandes de lo que podían esperar en sus países de origen. Valeriano López se incorporó al Deportivo Cali, donde hacia el final de su primera temporada protagonizó una de las rachas goleadoras más destacadas de la historia del fútbol. Encontró la red en doce partidos consecutivos, pero anotó 23 goles en todos esos partidos, incluidos dos lances de cuatro goles y otro hat-trick.
Con 24 goles en total, ayudó a Cali a llegar a un play-off de campeonato con Millonarios, que a pesar de su gol en el partido de vuelta su equipo perdió 4-2 en el global. Después de otra buena temporada en 1950, el presidente del Real Madrid, Santiago Bernabéu, intentó fichar a López, pero declinó la oportunidad de mudarse a Europa porque no quería estar tan lejos de su familia. En 1951, se levantó su prohibición en Perú y esa temporada regresó a casa para unirse a Sport Boys por un segundo período.
En la mejor temporada de su carrera, Valeriano López anotó 31 goles, incluidos tres en un último partido crucial para decidir el título contra el Deportivo Municipal. Habiendo terminado como el máximo goleador de la liga por cuarta vez, ahora tenía un primer título de liga para demostrar sus esfuerzos y terminó la temporada como el máximo goleador de toda América del Sur. Al año siguiente se presentó por Perú en el Campeonato Panamericano, donde cinco goles en la victoria por 7-1 sobre Panamá lo ayudaron a terminar como máximo goleador. Sus actuaciones le valieron la oportunidad de mudarse a Argentina más tarde ese año, uniéndose a Huracán.
El tiempo de Valeriano López en Argentina no duró mucho, ya que regresó a Perú antes de la temporada de 1954 para jugar en Alianza Lima. Su primera temporada trajo un campeonato de liga, que se retuvo un año después tras una victoria en los play-offs sobre Universitario. La corona de Alianza cayó en 1956, después de lo cual López se fue para unirse al Mariscal Castilla de segunda división. En 1957 fue seleccionado para el equipo nacional para el Campeonato Sudamericano, unos diez años después de su anterior participación en esa competencia. Comenzó el partido inaugural, una victoria sobre Ecuador, pero en realidad no fue la primera opción y solo haría una aparición más como suplente.
Valeriano López se reincorporó a Sport Boys por tercera vez en 1958, pero su carrera parecía estar en declive. Su estilo de vida un tanto díscolo y su elevado consumo de alcohol empezaban a pasarle factura, aunque ese año ganó otro título de liga con Sport Boys. Jugó esporádicamente durante los dos años siguientes, antes de dejar el club por última vez en 1960. Con una carrera que parecía haber terminado, Valeriano López hizo un sorprendente regreso a Colombia en 1961 cuando se reincorporó al Deportivo Cali, pero hizo apenas un puñado de apariciones antes de retirarse del fútbol a los 35 años.
En total, Valeriano López anotó 207 goles en 199 partidos de liga, uniéndose al argentino Bernabé Ferreyra y al brasileño Arthur Friedenreich como los únicos jugadores en promediar más de un gol por partido en el fútbol sudamericano de primer nivel. Lamentablemente, en el retiro la vida de Valeriano López comenzó a desmoronarse. Se alejó del fútbol, olvidado por sus antiguos clubes y cada vez más Depende del alcohol, un problema que bien pudo haber acortado su carrera como jugador. Terminó viviendo en la pobreza total y murió en la ciudad natal de Sport Boys, Callao, en 1994, poco después de cumplir 68 años.
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Nos gustaría agradecer a Andrew Stead de
leyendas-del-futbol-mundial.es por su amable permiso para reproducir esta minibiografía del Jugador Legendario.
