59. Obdulio Varela
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Conocido como el “Jefe Negro”, Obdulio Jacinto Varela surgió como medio central y jugador senior en el Deportivo Juventud. Obtuvo su apodo en la región de River Plate desde que, contradiciendo todos los pronósticos, Uruguay venció a Brasil en el final del mundial de 1950 en el estadio Maracaná de Río. Varela fue el capitán del equipo y lo llevó a la victoria contra viento y marea. El torneo se decidió en una miniliga en un grupo final y Brasil solo necesitaba un empate para convertirse en campeón e incluso liderar 1-0 en una etapa. Uruguay remontó y anotó dos veces para ganar el título frente a un récord mundial de 200.000 espectadores.
Ese triunfo se recuerda como un milagro y convirtió a Obdulio Varela en inmortal ante los ojos del pueblo uruguayo. En 1940, 1946 y 1948, el equipo uruguayo dirigido por él había ganado la Copa Barón de Rio Branco y su club, el Peñarol, había ganado el campeonato de la liga uruguaya en seis ocasiones. Tenía 37 años cuando la selección viajó a Suiza para defender su título en 1954. Varela era entonces el jugador de mayor edad en haber aparecido en una Copa del Mundo, pero eso no afectó su juego. Checoslovaquia y Escocia fueron derrotados cómodamente en la primera ronda antes de que Uruguay también venciera a Inglaterra 4-2 en los cuartos de final cuando Varela se lesionó la pierna. No hubo sustituciones en ese momento, por lo que tuvo que jugar los 90 minutos completos muy vendado.
Varela y otros dos jugadores clave no estuvieron en forma para la semifinal contra Hungría que Uruguay perdió 4-2 en la prórroga. Obdulio terminó su carrera en la Copa del Mundo invicto en siete partidos y muchas personas creen que una selección uruguaya completa habría vencido a los mágicos húngaros. Un hombre natural, callejero y hecho a sí mismo, aprovechó al máximo lo que tenía y se convirtió en una leyenda del fútbol y uno de los mejores capitanes de la historia.
