La nueva propiedad del Chelsea hará retroceder al club: he aquí por qué

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Por Martín Graham | 24 de junio de 2022

Chelsea ahora tiene nuevos dueños después de su turbulenta segunda mitad de la temporada que los vio incapaces de funcionar como club debido a circunstancias imprevistas.

El multimillonario estadounidense Todd Boehly es el rostro del consorcio que ahora posee el club, después de que se lo compraran a Roman Abramovich y pagaran 4.2 millones de libras esterlinas al gobierno del Reino Unido por los derechos de propiedad.

Los fanáticos del club esperan muchas cosas buenas con los nuevos propietarios, pero esta temporada el club podría no estar a la altura de sus expectativas.

En la siguiente sección, describiremos por qué creemos que esto es así.

Un cambio en la gestión

Sky Sports han informado que los altos ejecutivos del club, Bruce Buck y Marina Granovskaia, han sido reemplazados por los nuevos propietarios. Boehly asumirá el cargo de presidente que antes ocupaba Buck y se desempeñará como director deportivo interino, que era el puesto de Granovskaia.

Un cambio de directivo en un momento así no es lo mejor para ningún club porque afectará a la preparación de la temporada. Los fichajes serán lentos y los cambios necesarios que se requieran llevarán algún tiempo porque la nueva dirección tendrá que revisar cada uno para entenderlos o hacer modificaciones según sus antojos.

Si esto sucediera mientras transcurría la temporada, habría sido un problema menor para el club porque habrían tenido una estructura a seguir y la nueva dirección habría tenido suficiente tiempo para comprender y luego llegar a su propio modus operandi preferido. .

Esto ya es evidente en la forma en que el club no ha podido completar ningún movimiento para ninguno de los jugadores a los que están vinculados ni ninguna venta para ninguno de los jugadores que desean deshacerse.

También está el problema de que Boehly es un estadounidense cuyo conocimiento de operaciones deportivas (y posiblemente deportivas) se limita al béisbol y al baloncesto (es copropietario del equipo de béisbol Los Angeles Dodgers y de los equipos de baloncesto Los Angeles Sparks y Los Angeles Lakers con Mark Walter, otro propietario del Chelsea).

El multimillonario estadounidense tardará un tiempo en adaptarse y esto hará que las cosas se desaceleren. Afortunadamente, contará con Granovskaia y Buck para asesorarlo, pero las cosas no irán tan rápido como cuando están a cargo personas con conocimientos reales de fútbol.

Los modelos financieros cambiarán

Chelsea también está ahora bajo la propiedad de cinco partes interesadas principales diferentes en lugar de un individuo privado.

Se informa que la firma de inversión estadounidense Clearlake Capital es el principal contribuyente a los fondos utilizados para la adquisición. Junto con Boehly y el magnate inmobiliario británico Jonathan Goldstein, el multimillonario suizo Hansjörg Wyss y Walter, serán particulares sobre cómo gana y gasta el dinero el club.

Chelsea se benefició enormemente de la magnanimidad de Abramovich en su etapa como propietario. Estaba dispuesto a gastar de su propio bolsillo cuando el club necesitaba alguna inyección de fondos. Los nuevos propietarios pueden estar dispuestos a hacer esto, pero no al nivel del multimillonario ruso que deja atrás los 1.5 millones de libras que gastó en el club de sus fondos personales.

Chelsea se convertirá en un negocio bien administrado bajo los nuevos propietarios que seguramente priorizarán el equilibrio de libros sobre el éxito deportivo y esto requerirá algunos ajustes para el club y los fanáticos.